Dime quién te encuentra, si quieres estar perdida




¿Dónde te has metido?

Te he perdido.
La primera vez fuiste persecución dolida,
y ahora la herida
soy yo.
Cuando por fin te consigo,
como raudo humo te esfumas,
sin contar con la deuda que dejas
y con todas las sonrisas sin saldar.
Si quieres confesiones
busca mis ojos entre la niebla,
intentaré no temblar 
cuando te encuentre.
Me aferraré con fuerza
para evitar tu huida
y asegurar mi vida
sintiéndome en tu abrigo,
porque te alejas tan vorazmente como te sigo.
Intento alcanzarte,
pero eres la meta,
no el camino.

Felicidad, vuelve conmigo.

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