Ya no estás

No sé lo que la vida habrá hecho contigo. No tengo ni idea de cómo eres ahora, de qué te gusta pedir para cenar mientras ves tu no sé cuál peli favorita. No sé quiénes son tus amigos, ni si sigues viviendo donde siempre, no sé quién eres, pero sí quienes fuimos. Ya casi no lo pienso, la mayor parte del tiempo finjo que somos desconocidos y que nunca tuvimos un punto de partida común, que no fuiste mi media naranja o mi medio limón o aquella persona con la que podía contar siempre. Podía, en pasado, porque dejaste de estar.

Parece como si nunca hubiésemos ocurrido, recuerdos lejanos que se mezclan. A veces cuando estoy hablando sobre mi vida con alguien o contando alguna aventura que me haya ocurrido en el pasado me falta algo, intento hacer memoria de con quien viví esa experiencia, de quien dijo aquella cosa o hizo eso otro, y en casi todas eras tú. Y ya no formas parte de mi presente.

No te culpo, tampoco a mí, nos alejamos y desde entonces la vida se ha encargado de no volver a juntarnos jamás. Nunca te he vuelto a ver, ni si quiera dando un paseo, en ninguno de los bares donde nos pasábamos las horas hablando, ni con tu familia, ni en fotos, es como si la tierra se hubiera tragado todo lo que fuiste y te hubiese escupido en otro sitio en el que tú y yo jamás hemos existido. Espero que estés donde estés, estés siempre bien.

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