Entradas

Mostrando entradas de 2018

Las decisiones que tomamos o no tomamos

Imagen
Hay un salto. Hay un precipicio enorme y mucha niebla y al mirar hacia abajo, el vértigo se apodera de nosotros, y el camino fácil trata de enredarnos y llevarnos a su terreno de infelicidad, abandonar cualquier esperanza y fijarnos en un suelo de realidad que se pudre con cada minuto.  Pero si alzas la vista al frente hay un claro, hay un haz de luz que supone paz infinita y el futuro de vértigo que el precipicio envidia. ¿Saltas o te quedas?
Imagen
Siempre sonrío cuando algo va contigo, o vas conmigo. Y no dejo de pensar en la casualidad de mi tropiezo, cuando obligaste a todo lo gris a hacer las maletas y dejarme feliz.  Por montarte en mi montaña rusa, y llevarte todos mis malos pensamientos. Porque siempre estás.  Y es que me has acostumbrado a explotar en risas y has cuidado de mis meteduras de pata hasta hacer de ellas beneficios.  Todo es bueno contigo, no te vayas nunca.
"Ojalá nunca hayas leído nada de lo que te he escrito, porque me destrozaría saber qué  a pesar de eso no me has buscado" -Mario Benedetti Yo, al igual que Benedetti, ruego que no me estés leyendo. Hay que romper la utopía de amor como política de todos nuestros sueños, y lo tenemos que hacer ya, hay que hacerlo ahora… porque mejor cortarnos con los trozos de los cristales que deje nuestra felicidad hecha añicos por el suelo, que pincharnos al intentar coser un corazón roto que ya no se cura.  Que es una carrera a contrarreloj y nadie puede ser más rápido y más listo que el propio tiempo, que ahora juega en el equipo contrario, y nos quiere ver morder el polvo, y echarle de menos. Cuesta imaginar cómo va a ser cuando falte el roce de tu mano. Cuando las noches me abracen por la cintura mientras duermo, como lo hacías tú, cuando compartíamos mucho más que las palabras, cuando todavía no éramos ceniza. Ahora tengo la sensación de que nos estamos consumi

No solo hoy

Imagen
Ella era una rosa. No era de piedra, no era pecado, era inocente...  aún no había caído en sus manos. Extrañaba errores pasados, luchaba contra fantasmas de rumores y aprovechaba los días de lluvia para bailar sola. Se imaginaba historia de amor con cualquier desconocido, una utopía incesante de amor como política de vida. Pero llegó lo gris. En su cabeza, Cúpido les había dibujado un camino de flores, y sus sueños los había convertido en su única realidad. Le había vendado los ojos, y poco a poco le iba a ir cosiendo la boca y atando las manos. Ya no era ella, ahora estaba con él. Él, que disparaba contra su progreso, contra todo lo que la hiciera avanzar, alzar el vuelo.  Ella tachaba los días del calendario con verde, esperando que el siguiente fuese diferente y saltara una chispa en todo lo negro. El mundo que antes le sonreía ahora le daba la espalda, pero ya le habían avisado: “No me parece bueno para ti” “Tía, no te merece”… Pero se tapó los oídos, y
Imagen
Dando de comer a la mentira, hipérbole de un amor cultivado.
Que sepas que,  contra todo pronóstico,  voy a saltar tu muro ,  y voy a hacer añicos  todo lo gris.