Hoy en la estación
me dio por recordar
el olor a café en el bar
antes de empezar vida contigo.
En cualquier sitio con sol
donde la playa fue testigo
de la anestesia de un abrazo
y del veneno de un beso
                      [que mata la pena].
Y quiero hacer cómplice a todas las calles,
quiero que Roma nos vea cogidos de la mano,
que el Louvre sienta envidia de tu arte,
que nos miren "Las Meninas"
y que París admita que "Amor" somos nosotros.
Que me embriagues más que una buena cerveza checa,
y que demos más vueltas que el London Eye.
Que las torres Kio no estén a la altura,
y que continúe mi locura,
haciendo de tu espalda un mapa del mundo,
donde seguro que tú y yo
somos lunares sin rumbo. 

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