Es un héroe, uno de esos de deportivas sin corbata, que ata con abrazos de lino y brazos de gigante.
Es el sueño de la gente, valiente Quijote contra los problemas, siempre fuerte...
Compartiendo vida y locuras, haciendo frente al tiempo y curando mis  heridas, nuestras heridas.
De pequeña volaba sobre sus hombros, viendo desde arriba todo lo que quería alcanzar... Es mi impulso, la lanzadera hacia lo que quiero y hacia cualquier parte donde sea feliz.
Guardián de las pesadillas en las noches tristes, secretos de cosas que rompiste y compartimos por ser los dos un despiste... Compañero de viajes y alegrías, gracias por tanta vida, y por muy lejos que me lleve el viento, nunca me impulsará más alto que tus brazos.


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