El dolor de las rupturas está en romperse.
Y me rompo.
Me rompo porque has conseguido que odie todo lo que antes amaba 
porque me recordaba a ti.

Me rompo cada vez que miro una foto nuestra,
sinónimo de suicidio,
de alerta,
de ayuda,
de un 'te necesito' que ya no escucha nadie,
que ya no escuchas.

Y me alejo de espaldas hasta que choco con Melendi dando su primer beso
y con todos los trabalenguas de Beret
que me enredan la garganta.
Coincidir es encontrarme con todo lo que dejas
sin encontrarte a ti,
sin camino de migas que seguir
que me lleve hasta la puerta de tu casa.

Desorientada y perdida
sin despedidas ahora que todo termina
y no estás tú delante.

No va a haber adiós en la estación
ni un saludo cuando te encuentre entre estas calles.
Solo me acompaña el vacío que dejas...
¿Por qué no quedarte?

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Ya no estás