Nueva
Ya me he cansado de escribirle al spleen de Boudelaire. Ya me he cansado de la melancolía, de invocar sentimientos de mentira, a los tópicos de la poesía... Toca llenar esto de vida. Y aquí estás, has venido. Te has acercado por la espalda y me has dado los tres besos que me faltaban, abriéndote paso entre un amasijo de arterias y penas con polvo, quedándote para siempre. Deja que te mire como si fueras la entrada al paraíso, mientras las dudas se quedan atrapadas en una jaula temporal de barrotes de hielo que se funden con cada beso. No te voy a decir que "te comería a versos" porque eso puede susurrártelo cualquier poeta, pero te voy a hacer eterno encerrando tu nombre en cada palabra que escriba.