No sé lo que la vida habrá hecho contigo. No tengo ni idea de cómo eres ahora, de qué te gusta pedir para cenar mientras ves tu no sé cuál peli favorita. No sé quiénes son tus amigos, ni si sigues viviendo donde siempre, no sé quién eres, pero sí quienes fuimos. Ya casi no lo pienso, la mayor parte del tiempo finjo que somos desconocidos y que nunca tuvimos un punto de partida común, que no fuiste mi media naranja o mi medio limón o aquella persona con la que podía contar siempre. Podía, en pasado, porque dejaste de estar. Parece como si nunca hubiésemos ocurrido, recuerdos lejanos que se mezclan. A veces cuando estoy hablando sobre mi vida con alguien o contando alguna aventura que me haya ocurrido en el pasado me falta algo, intento hacer memoria de con quien viví esa experiencia, de quien dijo aquella cosa o hizo eso otro, y en casi todas eras tú. Y ya no formas parte de mi presente. No te culpo, tampoco a mí, nos alejamos y desde entonces la vida se ha encargado de no volver a junt
Siempre insuficiente no quiero verte hay que ser fuerte andar sin rodeos perder el juego vencer a la muerte. Morir por tocarte tocar el bronce jugar con fuego con tu hielo quemarme. No correspondido, vivir a tu abrigo perder la prisa besarte sin miedo. Parar el tiempo desnudar el momento quedarme en pause. En aquellos segundos que el viento irrumpió, cuando aún era alguien. Malditas palabras, me quedo en trance me pierdo en tus ojos cuando no mira nadie. Reina el silencio del corazón vacío y cobarde, de lo que no hay que decir y se dijo, de la culpa por no pensarme. Querer no es suficiente cuando algo dentro arde.
"Ojalá nunca hayas leído nada de lo que te he escrito, porque me destrozaría saber qué a pesar de eso no me has buscado" -Mario Benedetti Yo, al igual que Benedetti, ruego que no me estés leyendo. Hay que romper la utopía de amor como política de todos nuestros sueños, y lo tenemos que hacer ya, hay que hacerlo ahora… porque mejor cortarnos con los trozos de los cristales que deje nuestra felicidad hecha añicos por el suelo, que pincharnos al intentar coser un corazón roto que ya no se cura. Que es una carrera a contrarreloj y nadie puede ser más rápido y más listo que el propio tiempo, que ahora juega en el equipo contrario, y nos quiere ver morder el polvo, y echarle de menos. Cuesta imaginar cómo va a ser cuando falte el roce de tu mano. Cuando las noches me abracen por la cintura mientras duermo, como lo hacías tú, cuando compartíamos mucho más que las palabras, cuando todavía no éramos ceniza. Ahora tengo la sensación de que nos estamos consumi
Comentarios
Publicar un comentario